El golpe

Le faltan detalles de relleno y eso. Pero bueno, que sea lo que Dios quiera.



Tenía todo preparado: el traje negro, la media de red, la pistola y todo lo que necesitaba. El plan era perfecto, a prueba de boludos.

Encima estaba solo. Mejor, prefiero hacer este tipo de laburo sin depender de nadie. Viste lo que dicen, ¿no? Que en la mayoría de los accidentes el factor humano es lo que la caga. Y, obvio. Siempre pasa alguna. Pero bueno, yo puedo confiar y depender de mi mismo, total ya lo tengo todo pensado.

Cargo mi 9mm y me la guardo en el bolsillo, al lado del papel. Lo que pasa es que el pantalón me queda medio suelto y no tengo plata para un cinto, así que lo mandó ahí y se acabó.

Salgo caminando pillo, para no levantar la perdiz. Un cana en la esquina. Le paso cerquita, pero ni se mosquea. Diez cuadras más tarde llego al cobán.

Apurado enfilo para la caja y sin pensarlo dos veces saco el chumbo hacia la cabeza del cajero y le tiro un billete.

¡DAME MONEDAS LA PUTA QUE TE PARIO!